Hacia el año de 1800, las mujeres utilizaban corsés que las hacían lucir estilizadas, pero completamente incómodas.
Tratando de buscar una solución, los hermanos Warner compraron la patente del brasier para darse a la tarea de crear ropa interior práctica, cómoda y sexy.
La herencia que dejó esta familia se convirtió en la compañía Warner´s, que desde siempre ha estado innovando en el mundo de la ropa interior, especialmente en el brasier.
Entre los cambios que realizaron está la creación del alfabeto ABC, para nombrar los tamaños de copas; agregaron tirantes elásticos, para que se pudiera ajustar al cuerpo sin lastimar; implementaron las hebillas y ganchos que no se oxidan y crearon la primera propuesta de brasier strapless.
El desarrollo más reciente de la familia Warner está en los sostenes que tiene las varillas encapsuladas, las cuales evitan todo tipo de molestias.
Para ilustrar dicha evolución, se creó el Museo del Brasier, que estará recorriendo varios centros departamentales de México, con el fin de que la gente tenga acceso a la historia de esta prenda íntima y vea cómo ha ido cambiando en un “círculo virtuoso”, expresó Fernanda Tapia, embajadora de la marca y del museo.
Tapia asegura que el desarrollo del sostén se ha dado en función de lo que hacían las mujeres y ellas cambiaban en función de lo que su ropa interior les permitía, por eso es un círculo virtuoso.
Es así como el brasier va teniendo un lugar menos de objeto de deseo sexual y más de practicidad, sin perder la coquetería, aseguró.
La evolución ha permitido que las mujeres puedan “ir y venir sin preocuparse de que le molesta, le duela, les corta o les raspe”, pronunció.
Al respecto, Fernanda Tapia invita a las mujeres a cuidarse: “con el decreto social de que la mujer está al último y estamos para cuidar a otros nos damos grandes abandonadas (…) Le compras calcetas al chamaco, calzones al marido y tú ¿cuándo? Si acaso te arreglas por fuera, pero de plano hay señoras que no se han cambiado el brasier en más de un año.”
Por ello, se sugiere que las mujeres mantengan especial atención en el cuidado de sus senos y la ropa interior que utilizan, pues si ésta no es adecuada, puede terminar ocasionando problemas al cuerpo.
Simplemente, el 80 por ciento de las mujeres no saben cuál es su talla de brasier, algunas piensan que las talla 32, 34… Se refiere a la copa y no a la espalda; otras, creen que cuando se adquiere un sostén strapless debe ser una talla menos a la común, y esto es un error.
Hay que poner atención en cosas como que el peso del busto no se cargue en los hombros, que no lastime ni la espalda ni la piel, que no te saque “gorditos”, entre otras cosas, pues imperfecciones como estas se pueden convertir en más que una molestia y terminar hasta en deformaciones.
Ante esta preocupación, este museo en México buscará permear una cultura de usar el brasier de la talla correcta, además de corregir la frecuencia con la que se debe cambiar, pues la mayoría de las mujeres tratan de darle larga vida a un sostén, cuando lo conveniente es cambiarlo cada seis meses.
