Es lo que pasó en un yate, alquilado por Uma Thurman para pasar unos días en alta mar en compañía de unas amigas suyas. La actriz soltó 140.000 dólares por alquilar un yate durante una semana completa y parece ser que lo dejó hecho un desastre. La embarcación estaba equipada con muebles de lujo, con alfombras persas y todo tipo de enseres de los que no son baratos. Que por ese precio, ya podían ser buenos.
El caso es que se ve que la cosa se desmadró demasiado, y por las noches aquello se convertía en una fiesta desenfrenada en la que el alcohol y las ganas de pasarselo genial eran los protagonistas y a bordo se liaba una buena. Las seis mujeres no escatimaron ganas y ocasión para sacar la parte más fiera de su interior.